lunes, 8 de diciembre de 2008

En el corazón de Guatemala


Estaba mirando fotos mias, cuando vi unas de mi viaje a Guatemala. Y me llamo la atención una que hice desde un taxi en la capital nada más llegar al país. País de contraste, aunque este no es el caso de Guatemala, que es realmente muy pobre y muy corrupta. Pero como decía mi amiga... "Esto es pura vida". Luego tengo otras fotos buenísimas, como yo haciéndole aviones de papel a todos los niños de la calle de un pueblo Panajachel. Le dije a mi compañera de viaje, vas a ver como le hago un avión y lo flipa el niño. De repente me vi rodeado de niños que habían arrancado todos los posters del pueblo para que le hiciese aviones de papel. Os lo juro, los niños lo flipaban. Después de esto, era un habitante más del pueblo, realizando actividades culturales como beber cerveza gallo tirado al sol en las aceras. Me convertí en parte del pueblo, la gente me invitaba a su casa, y los niños más pobres de la calle se me acercaban para que le atase los cordones, o venirse con nosotros.

La verdad que tuve suerte y me integre bastante bien. Me encanta guatemala, es mas soy un poco guatemalteco. Hable con muchos guatemaltecos de todo. ¿Sabíais que el chocolate que envia occidente a través de la Iglesia esta la reparte en las Iglesias guatemaltecas, y ese chocolate va a parar en su mayor totalidad a algunas familias para su comercialización? ¿O qué toda esa ropa que depositamos en contenedores para el tercer mundo en realidad llegan a las famosas Pacas (tiendas de segunda mano)? La solidaridad no se reparte, se vende.

Otro hecho curioso es las ganas intrísencas de modernización y de mejorar la calidad de vida de los indígenas. Esto lo pude comprobar, porque me lo resaltó una persona autóctona de Huehuetenango (La región más pobre de Guatemala) Resulta que en la capital existe la empresa de comida rápida de pollo campero. Los precios de sus menús se podrían equiparar a los precios occidentales del burguer o McDonalds, es decir una burrada. Pues bien, si ibas a ese establecimiento a comer, podrías comprobar como todos los indígenas del campo y su familia se reunían en el pollo campero para comer cuando la misma comida le costaría fuera 10 veces menos. No sé, a mi me resultó curioso.

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