Se que a veces resulta un poco aburrido el leer estas cosas. Pero como me prometí al principio, uno de los compromisos de este blog es hacer un gran archivo sobre el humor, en sus 3 vertientes, la teórica, la práctica y la de la crítica social. Pues aquí va otra recorte de prenas muy interesante. El humor en el trabajo va ganando adeptos... si eso ya lo decíamos nosotros...!!! Y esta noticia no la he sacao del Heraldo de Aragón... sino de un periódico mucho menos respetable... El Mundo!!! jejejeje. Alguien leera esto? me reiré yo sólo? haré algún tipo de gracia? por qué esta el litro de gasoil por debajo de un euro?... Bueno sin mas dilaciones ni penetraciones hago un copia y un pega de lo más interesante.
Lo he leío entero y me parece interesante entero así que copia y pega. Señores del Mundo, me espero de todo de vosotros, pero esto lo hago en pro del Buen Rollo my friend.
Un trabajo español reivindica el papel terapéutico de la risa
Aunque a muchos les suene a broma, reír contribuye a mejorar diversos parámetros relacionados con la salud, por lo que los especialistas piden que se potencie.
ALEJANDRA RODRÍGUEZ
Desde hace más de tres décadas, la literatura científica se ha ido haciendo eco de los beneficios que ejerce la risa en la salud. A las indudables ventajas que ejerce esta manifestación de satisfacción y alegría sobre el estado mental (reduce la tensión nerviosa, distrae, alivia las preocupaciones, eleva el ánimo...), hay que sumarle no pocas en el plano puramente físico.
De esta manera, reír relaja el tono muscular, aumenta la ventilación pulmonar y la saturación de oxígeno, reduce la hiperreactividad bronquial en pacientes con asma, amortigua el pico de glucemia que se produce después de ingerir alimentos, disminuye la presión arterial y la frecuencia cardiaca, mejora la funcionalidad de los vasos sanguíneos, estimula el sistema inmunológico, favorece la liberación de endorfinas (cannabinoides endógenos implicados en las sensaciones placenteras que ejercen unos claros efectos analgésicos)... y así hasta un largo etcétera de consecuencias fisiológicas positivas.
Por esta razón, un artículo especial recogido en el último número de la revista Medicina Clínica reclama una mayor atención para este fenómeno «cuyo goce se ha comparado con el de la actividad sexual y otras reacciones placenteras del organismo». ("por eso me lo tomo tan en serio", Dr. Buen Rollito)
Ensayar carcajadas
Según se plasma en el documento, existen cinco tipos diferentes de risa. La espontánea es la que surge de forma natural, como expresión genuina de las diversas emociones humanas (alegría, humor, emoción...); la estimulada se produce ante determinados factores externos, como las cosquillas, la inducida (superficial y hueca) es el efecto de ciertos medicamentos o sustancias psicotrópicas como el alcohol y ciertas drogas; la patológica, como su propio nombre indica, es producto de alteraciones emocionales o dolencias y no es fácil de controlar. Finalmente, la risa ensayada se consigue mediante su práctica a voluntad y sin motivo aparente que la justifique.
Dado que el cerebro no diferencia el desencadenante de la risa ¿por qué no trabajar este fenómeno y aprovechar así todas las ventajas que supone para la salud?
De esta manera, los autores ensalzan el desarrollo de la risoterapia, que no es otra cosa que la práctica de ejercicios, técnicas y actividades (individualmente o en grupo) para favorecer la desinhibición previa al estado de hilaridad.
Estos investigadores, no obstante, aclaran que el mero hecho de reír no puede concebirse como una especie de purga de Benito y admiten que hay pocos trabajos rigurosos que puedan determinar el efecto exacto de las carcajadas sobre una patología.
A este respecto, se ha creado la Red Española de Investigación de Ciencias de la Risa (REIR), cuyo objetivo es llevar a cabo un ensayo riguroso de gran envergadura para corroborar científicamente que la risa no debe tomarse a broma.
Finalmente, el documento insiste en que los profesionales de la salud también le pueden sacar partido a esta manifestación, ya que mejora la relación que éste establece con los usuarios y transmite un apoyo emocional hacia él y sus familiares que, a veces, es casi tan importante como la administración de medicamentos o tratamientos.
Asimismo, una dosis de alegría en unidades como cirugía, cuidados intensivos y urgencias; departamentos con altas cotas de estrés y con una gran incidencia de trabajadores quemados contribuiría a promover su bienestar y, por extensión, el de sus pacientes.