viernes, 13 de febrero de 2009

El eje del bien, por Angela Becerra


Voy a transcribir la columna de una de mis escritoras favoritas, la cali-colombiana Angela Becerra. La verdad que dice unas verdades con una locuacidad pragmática increible, tarnsformando lo obvio en poesía. Estoy convencido que una gran persona como hecha, con la cual me identifico plenamente, no se molestará porque le transcriba integramente sus columnas del periódico gratuito ADN. Ya pondré más.

El eje del bien

Ahora que se embraveció el presente, los almirantes sin brújula buscan futuros en el pasado. Los megasabios de Davos cerraron su show anual con el cerebro helado, Sarkozy gime bondad social, Berlusconi y el Vaticano se indignan porque la bella Eluana no podrá permanecer otros 18 santos años en coma, se reclama control estatal para el incontrolado capital, y mientras nuestros políticos se desprestigian a babor y estribor. Un mundo con urgente necesidad de futuro permanece más anclado que nunca es sus pasados.

¿Y si el futuro sólo estuviese en el futuro?

Nos enrocaron en el eje del mal del repulsivo Bush y nos ocultaron que tras tanta imbecilidad, lo único que nos permitirá subsistir en dignidad será creando el eje del bien.

El eje del bien consiste en hacer posible la vida en dignidad para los 6.000 millones que habitamos el planeta: focalizar en el bienestar de cada ser humano, asegurando unos niveles dignos de alimentación, sanidad, formación y una incuestionable ética y justicia universales. Entender, sin retrógadas fajas cerebrales, que sigue pendiente de la mayor revolución: la del talento y la libertad respetuosa.

Época triste ésta, en la que los más grandes se nos muestran, días tras día, como visibles e inexcusables enanos.

Con los mimbres del pasado, repetiremos pasados. Ahora sólo nos queda el futuro. Y para construirlo sobran cañones y faltan cojones.


PD: OLE!

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